La corrupción es uno de los principales problemas del Estado peruano, según estudio

(Fuente: Andina) El 46% de peruanos señala a la corrupción como uno de los principales problemas del país y un 82% considera que el crimen organizado ha penetrado la política, según un estudio de la Asociación Civil Proética, difundido hoy con motivo del Día Internacional contra La Corrupción.

Tanto en Lima como en el interior del país, la población señala a la delincuencia (62%), la corrupción (46%) y el consumo de drogas (30%) como los mayores problemas del país.

El 61% de los encuestados señala de manera específica la corrupción de funcionarios y autoridades, por amplio margen, como el más serio problema percibido en el Estado peruano.

Cuatro de cada cinco encuestados además percibe que la corrupción ha incrementado en los últimos años y el 53% estima que ésta aumente en el quinquenio siguiente.

A nivel de desempeño institucional, la ciudadanía tiene una evaluación relativamente positiva de los medios de comunicación y la Defensoría del Pueblo; y en contraste, una mayoritariamente tiene una apreciación negativa de los partidos políticos y el Poder Judicial.

En ese sentido, el Poder Judicial, el Congreso de la República y la Policía Nacional son consideradas como las tres instituciones más corruptas del país.

Asimismo, 82% de encuestados considera que el crimen organizado estaría muy infiltrado en la política, principalmente a través del financiamiento de campañas (38%) y las conexiones con funcionarios en puestos clave (22%), de acuerdo al estudio.

Frente a esta situación, la propuesta de reforma política que parece encontrar mayor aceptación entre los encuestados es que las autoridades destituidas por delitos de narcotráfico, lavado de activos y/o terrorismo no sean reemplazadas y que su curul quede vacía, señaló Proética.

Cuando la corrupción es considerada a un nivel más micro y cercano a los encuestados, el estudio señala que existe tolerancia media a las coimas, los sobornos, la vara (influencia), las argollas y el robo de servicios públicos.

Solo un 10% señala que sí le solicitaron coimas, regalos propinas y/o sobornos pero se negaron a darlos, una menor proporción admite haber accedido, y un porcentaje muy pequeño (1%) admite que lo hizo por iniciativa propia.

De estos dos últimos grupos, el 52% alega haberlo hecho para evitar mayores sanciones y el 37% porque si uno no paga, las cosas no funcionan. En general, de quienes tuvieron contacto con funcionarios corruptos, solo el 11% hizo la denuncia respectiva.

La encuesta se elaboró sobre la base de 1308 encuestas a hombres y mujeres mayores de 18 años de todos los niveles socioeconómicos de residentes en el ámbito urbano de las 16 principales ciudades del país.

El 82% advierte que el crimen organizado está en la política

(Fuente: Perú21) La penetración del narcotráfico y de otras redes delictivas en los todos niveles del poder cada vez es más evidente para los peruanos. Según la encuesta nacional de corrupción 2015, de Proética, el 82% de ciudadanos advierte que el crimen organizado está “muy infiltrado” en la política.

Para la mayoría, esta invasión se registra, principalmente, en el financiamiento de las campañas con dinero ilícito (38%), en las conexiones políticas con funcionarios en puestos clave (22%) y en las contrataciones ficticias para lavar dinero (19%), reveló el estudio elaborado por Ipsos Perú.

Además, el 10% de encuestados sostiene que hay infiltración por parte de grupos terroristas. Son poquísimos (2%) los que creen que no pasa nada sucio en la política.

CORRUPCIÓN AUMENTÓ El estudio presentado ayer hace una radiografía del combate a la corrupción. Para el 78% este flagelo se incrementó en los últimos cinco años. Esta percepción es mayor en el nivel socioeconómico D (80%) y menor en el sector A (70%).

Específicamente sobre la labor del Gobierno Central, el 85% de encuestados manifiesta que ha sido poco (47%) o nada (38%) eficaz en la lucha anticorrupción. Apenas el 4% destaca el trabajo de la gestión del presidente Ollanta Humala.

Los peruanos también son pesimistas en sus expectativas sobre el avance para enfrentar problema, ya que el 53% afirma que seguirá aumentando en el futuro.

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El 85% de los peruanos cree que lucha contra la corrupción no es eficaz

(Fuente: Canal N) El 85% de los peruanos considera que la lucha contra la corrupción por parte del Gobierno es poco o nada eficaz, mientras que un 13% cree que sí lo es, según la Novena Encuesta Nacional sobre Corrupción 2015 realizada de Ipsos Perú por encargo de Proética. Además, el 82% de los encuestados piensa que el crimen organizado está muy infiltrado en la política y 14% cree que está poco infiltrado.

Asimismo, el 38% opina que la delincuencia organizada se manifiesta en la política principalmente mediante el financiamiento de campañas electorales con dinero ilícito, y el 22% afirma que a través de nexos con funcionarios públicos en cargos claves. En tanto, otro estudio presentado por la Universidad del Pacífico, arroja que el 78% de los peruanos considera que la corrupción se ha incrementado en los últimos cinco años.

Del total, el 53% piensa que continuará creciendo en el quinquenio siguiente. Por otro lado, las instituciones percibidas como las más corruptas en el Perú son: el Poder Judicial (47%), el Congreso de la República (44%) y la Policía Nacional (42%).

“Los ciudadanos están escépticos de que puede haber un cambio. Veamos cuáles son las opciones que están participando en el proceso electoral y el grado de desconfianza, casi atraviesa a todas las organizaciones políticas, con la criminalidad o corrupción”, dijo Walter Albán, director de Proética, citado por La República.

Tema: Proética en Medios

Corrupción es principal problema de Perú, dice estudio

(Fuente: Correo) El 46% de peruanos señala a la corrupción como uno de los principales problemas del país y un 82% considera que el crimen organizado ha penetrado la política, según un estudio de la Asociación Civil Proética, difundido hoy con motivo del Día Internacional contra La Corrupción.

Tanto en Lima como en el interior del país, la población señala a la delincuencia (62%), la corrupción (46%) y el consumo de drogas (30%) como los mayores problemas del país.

El 61% de los encuestados señala de manera específica la corrupción de funcionarios y autoridades, por amplio margen, como el más serio problema percibido en el Estado peruano.

Cuatro de cada cinco encuestados además percibe que la corrupción ha incrementado en los últimos años y el 53% estima que ésta aumente en el quinquenio siguiente.

A nivel de desempeño institucional, la ciudadanía tiene una evaluación relativamente positiva de los medios de comunicación y la Defensoría del Pueblo; y en contraste, una mayoritariamente tiene una apreciación negativa de los partidos políticos y el Poder Judicial.

En ese sentido, el Poder Judicial, el Congreso de la República y la Policía Nacional son consideradas como las tres instituciones más corruptas del país.

Asimismo, 82% de encuestados considera que el crimen organizado estaría muy infiltrado en la política, principalmente a través del financiamiento de campañas (38%) y las conexiones con funcionarios en puestos clave (22%), de acuerdo al estudio.

Frente a esta situación, la propuesta de reforma política que parece encontrar mayor aceptación entre los encuestados es que las autoridades destituidas por delitos de narcotráfico, lavado de activos y/o terrorismo no sean reemplazadas y que su curul quede vacía, señaló Proética.

Cuando la corrupción es considerada a un nivel más micro y cercano a los encuestados, el estudio señala que existe tolerancia media a las coimas, los sobornos, la vara (influencia), las argollas y el robo de servicios públicos.

Solo un 10% señala que sí le solicitaron coimas, regalos propinas y/o sobornos pero se negaron a darlos, una menor proporción admite haber accedido, y un porcentaje muy pequeño (1%) admite que lo hizo por iniciativa propia.

De estos dos últimos grupos, el 52% alega haberlo hecho para evitar mayores sanciones y el 37% porque si uno no paga, las cosas no funcionan. En general, de quienes tuvieron contacto con funcionarios corruptos, solo el 11% hizo la denuncia respectiva.

La encuesta se elaboró sobre la base de 1308 encuestas a hombres y mujeres mayores de 18 años de todos los niveles socioeconómicos de residentes en el ámbito urbano de las 16 principales ciudades del país.

Mayoría de peruanos acostumbrados y resignados a la corrupción

(Fuente: Prensa Latina) La gran mayoría de los peruanos conviven con la corrupción, creen que penetra todos los sectores, incluyendo el poder judicial y la policía y creen que ese flagelo seguirá creciendo en los próximos años, según una encuesta difundida hoy.

El sondeo de la empresa privada Ipsos determina que 85 por ciento de los peruanos cree ineficaz la lucha gubernamental contra la corrupción y 85 por ciento que el crimen organizado está muy infiltrado en la política.

También señala que 38 por ciento estima que la delincuencia organizada financia campañas electorales y 22 por ciento dice que los criminales tienen conexiones políticas con funcionarios claves.

Además, el sondeo, encargado por la organización no gubernamental Proética, indica que 96 por ciento de los encuestados sostienen que en los últimos años la corrupción aumentó (78 por ciento) o se mantuvo igual (18 por ciento).

Por otra parte, 53 por ciento opina que la corrupción seguirá creciendo en el quinquenio siguiente y 27 por ciento que será igual.

En el plano de las instituciones, el poder judicial es considerado corrupto por 47 por ciento, desprestigio que comparten el parlamento (44 por ciento) y la policía (42).

El director de Proética, Walter Albán, señaló que los ciudadanos están escépticos sobre la posibilidad de un cambio.

“Veámos cuáles son las opciones que están participando en el proceso electoral y el grado de desconfianza, casi atraviesa a todas las organizaciones políticas, con la criminalidad o corrupción”, dijo.

La candidata presidencial favorita de las encuestas para los comicios de abril de 2016, Keiko Fujimori, tiene pendientes explicaciones sobre fondos usados en su campaña electoral de 2016, pero una comisión parlamentaria rechazó un pedido para convocarla a declarar al respecto.

Ella está identificada con el gobierno de su padre, Alberto Fujimori, preso por corrupción y otros crímenes y cuya administración (1990-2000) es considerada una de las más corruptas en décadas.

El expresidente Alan García, que pretende su tercera elección, tiene pendientes casos de corrupción investigados por una comisión parlamentaria, y el también candidato exmandatario Alejandro Toledo (2001-06) enfrenta un proceso por lavado de dinero, y hay sospechas sobre otros candidatos.

85% estima que no es eficaz la lucha del gobierno contra la corrupción

(Fuente: La República) El 85% de los peruanos considera que es poco o nada eficaz la lucha contra corrupción por parte del gobierno, mientras apenas 13% considera que sí lo es y 2% no precisa, según la Novena Encuesta Nacional sobre Corrupción 2015 de Ipsos Perú, por encargo de Proética.

Asimismo, el 82% de los peruanos piensa que el crimen organizado está muy infiltrado en la política, es decir, así lo creen cuatro de cada cinco encuestados. Solo el 14% estima que está poco infiltrado, 2% nada infiltrado y 2% no precisa.

Preguntados por cómo se manifiesta la delincuencia organizada en la política, el 38% opina que ocurre principalmente con el financiamiento de campañas electorales con dinero ilícito, y el 22% dice que a través de conexiones políticas con funcionarios que se encuentran en puestos claves.

Otro dato importante que revela este nuevo estudio, presentado anoche en la Universidad del Pacífico, es que cuatro de cada cinco peruanos percibe que la corrupción ha aumentado en los últimos cinco años. De tal manera que el 78% indica que se incrementó, y 18% comenta que sigue igual.

Asimismo, el 53% opina que la corrupción continuará creciendo en el quinquenio siguiente, 27% expresa que será igual y solo 7% cree que disminuirá.

¿Cómo se percibe a las instituciones? El Poder Judicial se ve como una de las tres instituciones más corruptas (47%), le siguen el Congreso (44%) y la Policía Nacional con (42%).

“Hay escepticismo”

Sobre estos preocupantes indicadores, el director de Proética, Walter Albán, consideró que la población percibe que hay impunidad, escándalos en diferentes niveles y la política se ha ido devaluando.

“Los ciudadanos están escépticos de que puede haber un cambio. Veámos cuáles son las opciones que están participando en el proceso electoral y el grado de desconfianza, casi atraviesa a todas las organizaciones políticas, con la criminalidad o corrupción”.

La consulta, realizada en Lima y las principales ciudades del país, indica que en lo que se refiere a la tolerancia a la corrupción, en general, solo el 6% de la población es altamentamente condescendiente, un 72% presenta tolerancia media y solo 22% muestra un rotundo rechazo.

“Ya hemos asistido a un debate en el Congreso -opina Walter Albán- donde no ha habido la posibilidad de que se pongan los candados suficientes para evitar que el dinero mal habido ­­­­ coloque en ese poder del Estado a personas que ya están directamente vinculadas con estas mafias”.

Los ciudadanos observamos que hay instituciones ajenas a la lucha contra la corrupción. “En la encuesta aparece como algo muy preocupante una tolerancia alta a la corrupción… No aparece claro cómo se puede producir una mejora, una reacción, todo lo contrario, se genera escepticismo o, de alguna forma, también resignación”, explica Albán.

En el tema de la impunidad, el sondeo de Ipsos Perú indica que, a la pregunta de por qué no se sanciona la corrupción, el 53% cree que todos están amarrados, 29% que faltan leyes adecuadas y 22% que no se investiga. Al parecer nos estamos acostumbrando a convivir con los actos de corrupción.

Conciencia ciudadana

El director de Proética sostiene que “son los sectores más sanos de la sociedad los que todavía se indignan, pero esos son cada vez menos, por eso es importante la labor de los medios y organizaciones de la sociedad civil para promover una conciencia ciudadana capaz de hacer alianzas con sectores dentro del Estado, cada vez más arrinconados para dar la lucha contra la corrupción”.

Opina que quienes están en contra de la corrupción tienen que promover una movilización de la sociedad civil “para sustituir la resignación por la indignación”.

Jorge Medina: “En el Perú el corruptor tiene mucho poder y compra voluntades”

(Fuente: La República/ Por Juan de la Puente) Jorge Medina Méndez ha sido CEO y socio de la consultora Ernst & Young Perú; es dirigente empresarial, presidente de Proética y miembro de la Asociación Civil Transparencia. Reflexiona sobre las preocupaciones del empresariado sobre la ética pública y privada y propone un plan anticorrupción en estos ámbitos, empezando por profundas investigaciones. Sugiere la necesidad de que los empresarios propongan políticas de Estado como una forma de participación en la política y que se integren a la demanda de reformas institucionales.

¿Estamos en los inicios de una etapa en que los gremios empresariales se interesan por la transparencia pública? ¿Qué significado tiene?

La razón yo diría es de sostenibilidad. Si el sector privado no es capaz de involucrarse y ejercer liderazgo para cambiar, nuestras empresas corren riesgo de sostenibilidad. ¿Para qué existe una empresa? Para resolver problemas de la sociedad. Lo que tú veas, comunicaciones, electricidad o retail, son empresas resolviendo problemas de la sociedad. Donde la institucionalidad es frágil, la democracia es débil y la corrupción campea.

Hemos tenido 15 años de democracia con buena economía y sentían que estas preocupaciones no eran necesarias.

Los empresarios somos más sensibles a nuestra responsabilidad porque las cosas se han deteriorado demasiado, porque además cuando las papas queman salen a relucir aquellas cosas a las que no les prestamos atención cuando deberíamos haberlo hecho. Fíjate todos esos proyectos parados porque la política se ejerce mal, y porque quienes la ejercen no son los más idóneos.

¿Cuál es costo el costo de la falta de transparencia pública?

Hay varias mediciones; hay estudios en el mundo. Yo diría entre 10% y 15% nos cuesta a la empresa privada operar en un ambiente donde no hay transparencia, rendición de cuentas o donde hay corrupción. Por otro lado, no sé en cuánto estará medido el costo eficiencia, es decir, cuántas veces más gastamos de lo que gastan en promedio los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) producto de las trabas.

Como que hay una relación efectivamente entre corrupción y traba burocrática…

La mejor condición para el corrupto es un Estado que no funcione, con caos, un Poder Judicial no previsible y corrupto; es lo mejor para ellos, o sea, a quienes viven por la corrupción y de la corrupción no les interesan reformas políticas adecuadas o institucionalidad fuerte.

El corrupto tiene un corruptor. ¿En qué medida hay conciencia de esta dependencia? ¿En el Perú se castiga al corrupto?

La manera como se ejerce política en el país hace que tengamos la justicia, el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), la Contraloría o la policía que tenemos. Si tienes esas debilidades lo esperado es la impunidad; el corruptor en el Perú tiene mucho poder y entonces compra conciencias y voluntades. Tampoco es que se sancione a todos los corruptos o sea a los corruptores está claro, pero no a todos los corruptos. Lo que está ocurriendo en Brasil es algo inédito, tenemos a líderes empresariales números uno y políticos presos, porque está funcionando la última reserva moral, que son sus autoridades judiciales.

¿Por dónde debería empezar un programa anticorrupción? ¿No tenemos Lavajatos en el Perú?

No tenemos porque no están descubiertos. No quiero ser pesimista pero si revisas la región, estas empresas son corruptas no solo en su país, eso opera a nivel regional. Lo que tendríamos que hacer son investigaciones profundas, pero tenemos una Contraloría inoperativa; no ha descubierto un solo gran caso en los últimos años. Nos dicen “tenemos 5 mil o 7 mil denuncias”, pero de compras de papel que no estaba en el presupuesto. Hay que empezar por la cabeza.

Enfrentarse a la gran corrupción implica, otra vez, una gran justicia…

Combatir la gran corrupción e implica un Poder Judicial con vigilancia ciudadana contra la impunidad. Eso es Proética. Una vez que tienes gente pagando sus delitos de acuerdo a nuestras leyes, uno se lo comienza a pensar. Mira lo que pasa en el mundo, Siemens fue descubierta pagando coimas y ahora quieren ser best in class, de las mejores. Ya sufrieron, tuvieron dolor y ahora quieren ser los mejores.

Nosotros tenemos empresas que tienen códigos de ética, normas de responsabilidad social empresarial (RSE), pero hay un problema de cultura empresarial, más transparencia privada.

En el sector privado no queremos corrupción y te hablo de la empresa chica, la mediana, la grande, la local, la internacional, no queremos, y porque además es antieconómico, quisiéramos que todo fuese transparente. Operamos en condiciones muy complejas, no hay empresarios que no tenga problemas en las municipalidades no puede sacar licencias si antes no te piden plata.

Eso pasa por sacar de los presupuestos privados ese tipo de costo de transacción

Tenemos que resolver lo de las garantías. Y cómo es que pensamos, “si yo salgo al frente qué me va a pasar, me van a archivar mis proyectos, porque la corrupción es muy poderosa, ¡ah! eres rebelde, bueno ahora toma tu castigo”. Entonces el empresario en forma individual no quiere dar ese paso, dice si esto es el sistema, dentro de mi empresa no hago cosas malas, mi directorio tiene su gobierno corporativo y ahí cumplo yo, pero no voy más allá si luego van a tomar represalias conmigo. Mira a los empresarios que han denunciado extorsiones.

¿Hay condiciones ahora para un pacto al interior del empresariado, para un nuevo momento pro transparencia privada?

Creo que sí; piensa en los 10 primeros grupos empresariales; basta que un líder de ese grupo levante el teléfono y llame a su par y le diga vamos a tomarnos un café y vamos a hablar de este tema, el líder del grupo, no su gerente general, no su representante gremial, me refiero al que corta el pastel. No hay que inventar la pólvora, en qué otros países esto ha funcionado y luego llamas a Proética, Transparencia, Confiep, IPAE, Perú 2021. ¿Qué nos falta? Liderazgo, ponerlo en la agenda y unirnos.

Un tema sensible en lo que estamos discutiendo es la gestión de intereses, el lobby. Hay una norma, pero desde la empresa privada se generan lobbies indebidos frente al Estado.

Hace tres o cuatro años se hizo un estudio bien interesante con IPAE y el Banco Mundial financiado por la Comisión Anticorrupción; se entrevistó a cerca de 300 presidentes y CEOs (Chief Executive Officer, en inglés). Para hacer la historia corta, sugieren que los empresarios tomen la iniciativa de mejorar la ley de lobby para que registremos todo y hagamos transparente cualquier gestión que además es válida y legítima. El lobby es una cosa buenísima, bien hecha y en forma transparente.

Otro tema es el financiamiento de la política; no se trata de impedir el financiamiento privado, pero hay un enorme hueco que se llenan con billetes.

Mira el dilema en que se está y la presión que se tiene; viene un candidato y el empresario le dice mi empresa por nuestras regulaciones no hace donaciones políticas. El político se va diciendo “a mí no me ha querido donar y a otro sí”. El empresario dice “no me creen que no doy donaciones porque otros donan”.

Y no sería mejor transparentar en el sentido de “yo empresa donó al partido A y que sepa que yo dono al partido A” porque la costumbre es que una empresa dona a varios; esa es la lógica del granjero, que le da un poco de maíz a cada pollito.

Eso es en el mundo ideal donde las instituciones funcionan. Digamos que yo voy a transparentar mi donación porque creo que es lo mejor para el país y ese candidato no sale elegido, sale el otro al que no le diste. Y yo me pregunto: ¿va a tomar represalias? Los empresarios pensamos que sí. Ahora, nuevamente, porque pensamos en forma individual; si nos unimos y decimos no damos a menos que sea totalmente transparente y cuando tú que aportaste al que ganó y yo que aporte a este no, gremialmente nos defendemos para que no tomen represalias. La otra cosa es que nuestra regulación es un desastre. Los últimos cambios al financiamiento son un mamarracho.

Se va armando un paquete político en este nuevo momento en que crecemos menos y hay más corrupción e inseguridad. Qué otros cambios deberían producirse al interior del mundo empresarial.

El gremio empresarial en Colombia, equivalente a la Confiep, tiene un think tank; no sé si todos forman parte del think tank, pero tiene más de 150 personas en su staff; y en qué piensa esa gente financiada por el sector privado, piensa en infraestructura, salud, anticorrupción y transparencia. Te voy a hablar sólo de los tres países que son nuestros socios en la Alianza del Pacífico, todos tienen centros de pensamiento. Compara esos tres países con el Perú y con nuestro gremio más poderoso y cuál es nuestro staff, cuáles son nuestros think tanks, cuánto estamos contribuyendo es un tema también de recursos.

Es una entrada a la política desde otro ángulo, pero para eso se necesita ideas de Estado.

Si queremos combatir la corrupción no esperemos que venga otro y lo haga. El dilema sobre si los empresarios participamos o no en política es falso. Eso de que no participo en política porque es incompatible o porque van a creer que solo participo por mis intereses no es bueno. Debo hacerme más transparente, abrirme. No voy a publicar mis secretos comerciales, técnicos, mi cartera de clientes, pero sí voy a decir “soy una empresa libre de corrupción incluyendo temas de donación política”. Hay empresas en el mundo que lo están haciendo, 180 empresas globales firmaron un pacto y están trabajando en temas específicos.

“Hacer política proponiendo grandes temas públicos” ¿Qué debería pasar en los próximos cinco años en la relación empresas-gobierno?

Para el presidente Humala era incorrecto tomarse foto con los empresarios, pero la señora Heredia sí tenía reuniones con los empresarios. Pero vamos a darle el beneficio de la duda porque nosotros no hemos sido capaces de demostrar de modo total que no solo buscamos esos intereses.

¿Cómo avanzar hacia una relación provechosa para el país?

Creo que tenemos que hacer las propuestas de Estado por el bien común; eso es hacer política, Y si el gobierno o el Estado no responden, tenemos que ejercer una presión abierta y legítima.

¿Qué significa este concepto de presión porque de hecho este gobierno ha soportado una presión empresarial?

No creo que tengamos tanto poder porque el sentido de la presión de la que hablo viene de la pregunta sobre si es conveniente para el Perú tener un Poder Judicial transparente o si debe seguir este formato de política. Creo que de algún modo los empresarios también pueden canalizar las demandas de cambio.

Desde Proética, y el informe que se presenta ahora, ¿cómo se miran los próximos 5 años?

La misión de Proética es influir en los que influencian; si somos capaces de lograr que te invdignes tomarás acción, y si no llego a persuadirte de que esto es por tu interés, te pones de costado.

¿Cuál es el hallazgo central de este informe?

Ipsos ha hecho un trabajo de campo fabuloso. El primer problema identificado por la población es la inseguridad ciudadana y el segundo, por el 46%, la corrupción; más abajo vienen el consumo de drogas y el desempleo… pero mucho más abajo.

Es decir, la corrupción se ha convertido en un problema central del país.

Absolutamente, y está en segundo lugar porque ha aumentado la inseguridad ciudadana que tiene que ver con la integridad física. Si no sería el primero. Uno de cada dos peruanos piensa que la corrupción es el principal, y si le preguntas a ellos mismos sí ha mejorado en los últimos años, 8 de cada 10 dicen que han empeorado.

Pero este pesimismo realista puede ayudar, ¿no?

Si no hacemos cambios concretos no veo por qué debe bajar la percepción y esos ocho tendrían razón. Una pregunta bien interesante es sobre si cree que el crimen organizado se ha infiltrado en la política; la gente lo siente y sobre todo la gente de las regiones porque lo ven. Eso tiene que cambiar porque no tenemos otra alternativa.