¿Por qué hay peruanos que dan coimas?

Vea aquí la Encuesta Nacional sobre Corrupción en formato interactivo

(Fuente: El Comercio) La escena del chofer entregando un billete debajo de sus documentos a un policía para que no le impongan una multa es el fiel reflejo de una realidad: la corrupción que nos afecta en todos los niveles.

La mayoría de peruanos que ha pagado alguna vez una coima lo ha hecho solo con el fin de evitar una sanción mayor, según la encuesta nacional sobre corrupción.

Durante tres años (2012, 2013 y 2015) ese ha sido el motivo que ha llevado a los peruanos a avalar la corrupción, según el estudio publicado por Ipsos y Proética.

En todos los casos, esta opción supera el 50%. Otra postura (“Porque si uno no paga, las cosas no funcionan”) es la que alcanza el segundo lugar.

Otros dicen que es “como una costumbre” cometer estos actors de corrupción y la menor cantidad se refiere a las coimas como una “ayuda” para funcionarios que ganan poco.

Según la novena encuesta sobre este tema, elaborada para Proética por Ipsos Perú, el 72% de la población tiene una tolerancia media hacia el problema y 6% una tolerancia alta. Es decir, un 78% acepta convivir con el flagelo de la corrupción.

Demandan suspender el concurso para elegir a magistrados supremos

(Fuente: La República) Organizaciones de derechos humanos y de Defensa Legal demandaron al Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) suspender o cancelar el concurso público en trámite para elegir a nuevos fiscales y jueces de la Corte Suprema de Justicia.

“Un Consejo de la Magistratura deslegitimado por el caso de Alfredo Quispe Pariona no garantiza una elección transparente y que los nombrados vayan a mejorar el servicio judicial”, explicó el exprocurador Julio Arbizu.

Por su parte, Cruz Silva, del Instituto de Defensa Legal (IDL), indicó que el CNM no ha atendido los pedidos para mostrar los exámenes de conocimientos rendidos por los aspirantes a magistrados supremos, que permita conocer de qué forma fueron evaluados.

Anotó que la Defensoría del Pueblo le ha pedido al CNM ser transparente en sus procedimientos y dar esa información. Dijo que, además, del caso Quispe Pariona, los otros integrantes también tienen cuestionamientos.

El presidente del CNM, Guido Águila, recibió en el pasado financiamiento de la Fundación Orellana para un concurso jurídico; Máximo Herrera Bonilla es investigado por reunirse con un candidato a fiscal superior; y Julio Gutiérrez Pebe, estaría ejerciendo una segunda función, pese a estar prohibido por la ley.

“Es inadmisible que se continúe con el concurso para elegir supremos, algo que afectará en el futuro la composición de la Junta de Fiscales Supremos y la elección del Fiscal de la Nación”, subrayó el ex Defensor del Pueblo y director de Proética, Walter Albán.

El Dato

El concurso que realiza el CNM para elegir nuevos magistrados supremos está en una etapa decisiva. A partir del 15 de diciembre, los consejeros empezarán a entrevistar a los candidatos y los siguientes días elegirán a los nuevos magistrados.

Novena Encuesta Nacional sobre Percepciones de la Corrupción 2015

La Novena Encuesta Nacional sobre Corrupción se aplicó entre octubre y noviembre de 2015 por Ipsos Perú, a una muestra de 1308 individuos de todos los NSE, mayores de 18 años, de las 16 ciudades más grandes del país. Los resultados son estadísticamente representativos a nivel nacional.

Puedes descargar la encuesta completa aquí:

También puedes descargar la base de datos de la encuesta aquí:

La Encuesta Nacional de Percepciones sobre Corrupción 2015 de Proética, capítulo peruano de Transparencia Internacional se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

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Jorge Medina consideró fundamental participación del sector privado en la lucha anticorrupción

Para reducir los efectos perversos de la corrupción es importante reforzar la capacidad de respuesta de la sociedad peruana, así lo consideró el presidente de Proética, Jorge Medina durante la presentación de los resultados de la IX Encuesta Nacional sobre percepciones de la corrupción 2015 realizado en la Universidad del Pacífico.

Medina sostuvo que este fin se logrará si existe un trabajo en conjunto entre la sociedad civil, el Estado, los medios de comunicación y, fundamentalmente, el sector privado.

“Trabajando de forma coordinada seremos capaces, si las circunstancias así lo ameritan, de movilizarnos para exigir a la clase dirigente de nuestro país adoptar una verdadera estrategia anticorrupción como políticas de estado y la empresa es clave en esto”, precisó.

Corrupción en el sector privado: qué la promueve y cómo combatirla

(Fuente: Semana Económica) La corrupción en las entidades públicas y su excesiva burocracia son percibidas como las dos condiciones que más facilitan las prácticas anticompetitivas y la corrupción en el sector privado, según la XI Encuesta Anual de Gerentes Generales de Ipsos Perú para SEMANAeconómica (EGG). Sin embargo, los expertos interpretan que, si bien es cierto que ambos factores son agravantes del problema, bajo ninguna óptica son su causa.

No hay un solo motivo por el cual existe corrupción en el sector privado, sino que se trata de una suma de factores. Los gerentes lo saben: la falta de valores éticos y la ausencia de mecanismos de control son también percibidos por muchos como facilitadores del problema, muy cerca de los dos primeros ítems. Para saber cómo combatir la corrupción, sirve primero conocer qué la motiva.

¿QUÉ PROMUEVE LA CORRUPCIÓN? La aceptación de la corrupción como un hecho normal o cotidiano, o siquiera no tan condenable, es el motivo principal por el que hoy no somos capaces de hacer más por enfrentarla, según coinciden los especialistas consultados por SEMANAeconómica. No obstante, se trata de un problema que no sólo ocurre en el Perú.

José Ugaz, presidente de Transparencia Internacional (TI), estima que respecto a la corrupción en el sector privado, el Perú se encuentra en el promedio de los países de la región. Ello se debe en buena parte a la forma y al ambiente en el que siempre se han hecho negocios en esta parte del mundo. “Muchas empresas están acostumbradas a cargar a sus costos pagos a funcionarios, financiamiento de campañas políticas y hasta cuotas a extorsionadores; es la realidad en la región”, comentó el experto.

Para Jorge Medina, presidente de Proética, hay que tener claro que la corrupción es un problema transversal: lo que ocurre en el sector privado no puede entenderse sin analizar también al sector público. “La corrupción en el sector privado ha aumentado en los últimos años porque la corrupción en general ha aumentado. Si el Estado fuese más eficiente y si la justicia funcionase mejor, la corrupción privada habría disminuido.”, opinó el especialista.

Sin embargo, si bien existe una relación positiva entre la corrupción pública y la privada, la primera no puede ser entendida como la causa de la segunda, indicó Patricia Zárate, investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos. “El hecho de que alguien quiera ganar concursos o acelerar trámites y que exista una autoridad que le permita hacerlo a cambio de dinero, no es motivo suficiente para que haya corrupción: la decisión final está en el privado”, agregó.

Un hecho que puede haber influido en las opiniones reveladas por la EGG, al menos en parte, es que hoy la sociedad peruana no condena gravemente —y a veces incluso acepta— la corrupción. Esto se da porque la corrupción se siente como algo cercano: según el Barómetro Global 2013 de TI, el 44% de los ciudadanos peruanos ha pagado o tiene un familiar que ha pagado una coima a un policía, y el 32% ha hecho lo mismo con un juez.

El año pasado, una encuesta de Datum reveló que el 41% de los limeños votaría por un candidato que “robe, pero haga obra” (ver “Roba pero hace obra”: ¿Por qué los peruanos toleramos la corrupción?). Con todo esto, no sorprende entonces que en otra encuesta de Ipsos, de setiembre del año pasado, sólo el 22% de los encuestados haya declarado que se fija en que un candidato no haya estado involucrado en casos de corrupción antes de votar por él.

EL TORO POR LAS ASTAS: CÓMO COMBATIR LA CORRUPCIÓN PRIVADA Para luchar contra la corrupción en el sector privado se requiere de sus principales actores, sugiere Jorge Medina. Para lograrlo, plantea la adopción de programas anticorrupción que se discutan desde los directorios. Estos programas deberían comenzar por definir qué se entiende por corrupción y qué actos comprende, para luego extender esa información a toda empresa y hacer responsables a todos sus miembros. Además, deben establecerse canales de denuncias anónimas que lleguen a un tercero, y finalmente todo el programa debería ser constantemente auditado.

El liderazgo también juega un rol importante: si varias empresa líderes empiezan a ser públicamente más exigentes en sus estándares anticorrupción, se podrían crear lo que TI llama “cárteles de dignidad”, explica José Ugaz. La percepción de que para estar entre los mejores hay que cumplir con esos estándares podría generar un efecto dominó, pues las empresas lo harían de forma voluntaria. Ugaz dijo sentirse optimista, pues nota un cambio de actitud en el sector privado peruano en los últimos años, y sabe que este tiene los recursos necesarios para generar un cambio.

La corrupción en el sector privado no sólo existe sino que es altamente percibida por los peruanos: según el Barómetro Global, la mitad de la población piensa que las empresas privadas son corruptas. El problema debe llamar la atención: según estima Medina, la corrupción en el Perú cuesta entre 4% y 5% del PBI y genera pérdidas a las empresas por hasta 10%. La EGG revela que los gerentes están al tanto del problema, pero para lograr soluciones es vital sean ellos mismos quienes tomen el toro por las astas.

Lucha del Gobierno contra la corrupción no es eficaz, opina el 85% de peruanos

(Fuente: América Noticias) El 85% de los peruanos considera que la lucha contra la corrupción por parte del Gobierno es poco o nada eficaz, mientras que un 13% cree que sí lo es, según la Novena Encuesta Nacional sobre Corrupción 2015 realizada de Ipsos Perú por encargo de Proética.

Además, el 82% de los encuestados piensa que el crimen organizado está muy infiltrado en la política y 14% cree que está poco infiltrado.

Asimismo, el 38% opina que la delincuencia organizada se manifiesta en la política principalmente mediante el financiamiento de campañas electorales con dinero ilícito, y el 22% afirma que a través de nexos con funcionarios públicos en cargos claves.

En tanto, otro estudio presentado por la Universidad del Pacífico, arroja que el 78% de los peruanos considera que la corrupción se ha incrementado en los últimos cinco años. Del total, el 53% piensa que continuará creciendo en el quinquenio siguiente.

Por otro lado, las instituciones percibidas como las más corruptas en el Perú son: el Poder Judicial (47%), el Congreso de la República (44%) y la Policía Nacional (42%).

“Los ciudadanos están escépticos de que puede haber un cambio. Veamos cuáles son las opciones que están participando en el proceso electoral y el grado de desconfianza, casi atraviesa a todas las organizaciones políticas, con la criminalidad o corrupción”, dijo Walter Albán, director de Proética, citado por La República.

El 78% considera que la corrupción aumentó en los últimos cinco años

(Fuente: La República) El 78% de los peruanos considera que la corrupción ha aumentado durante el último quinquenio, que corresponde al periodo de gobierno de Ollanta Humala, según la IX Encuesta Nacional sobre corrupción 2015, elaborada por Ipsos, por encargo de Proética.

El sondeo -realizado a 1308 personas de 16 ciudades del país- también revela que el 53% opina que la corrupción incrementará en los próximos cinco años, mientras que el 27% señala que seguirá igual, y solo el 7% confía en que disminuirá.

Asimismo, el 47% los ciudadanos encuestados señala a los jueces como los más corruptos, siendo el Poder Judicial la institución del Estado con peor percepción. El Congreso de la República y la Policía Nacional cuentan con el 44% y 42%, respectivamente.

Otro dato a destacar es que la población indica que la delincuencia es el mayor problema del país, con el 62%, y la corrupción pasó al segundo lugar de relevancia, con el 46%.

La encuesta también muestra que el 61% de los peruanos considera que la corrupción de funcionarios y autoridades es el principal problema que enfrenta el Gobierno.

La ineficiencia de funcionarios (61%) y la falta de coordinación entre instituciones (10%) son otros de los aspectos con los que debe lidiar el Estado, de acuerdo a los encuestados.

El 78% de los peruanos son tolerantes con la corrupción

(Fuente: El Comercio) Que en el Perú exista un alto nivel de tolerancia a la corrupción no es una novedad. La pregunta es ¿por qué? Según la novena encuesta sobre este tema, elaborada para Proética por Ipsos Perú, el 72% de la población tiene una tolerancia media hacia el problema y 6% una tolerancia alta. Es decir, un 78% acepta convivir con este flagelo

¿En qué estamos fallando? Para el director ejecutivo de Proética, Walter Albán, la falla tiene varias causas. “Parte importante tiene que ver con la impunidad, el mal ejemplo de autoridades del más alto rango y [el hecho de que] no haya sanciones efectivas […] la población estima que la corrupción es impune, que estamos expuestos a ella y sin mecanismos para erradicarla”.

Albán agrega que no cree que esto signifique una aceptación de la corrupción, pero sí una actitud de pragmatismo, resignación y hasta complicidad, cuando se elige a autoridades cuestionadas.

Para Albán no hay conciencia del nivel al que hemos llegado. Advirtió que no solo estamos frente a instituciones débiles, sino en proceso de descomposición. Por eso, dijo que está decepcionado con las propuestas para combatir la corrupción expuestas en CADE por los candidatos presidenciales.

“No se dice nada que parta de un diagnóstico. Son fórmulas generales, buenos deseos o reafirmación de compromisos que quedan huecos porque la mayoría [de candidatos] no son nuevos”, mencionó.

Recuperar la confianza

Según el defensor del Pueblo, Eduardo Vega, el Perú tiene la tolerancia más alta de la región hacia este flagelo y la situación solo puede revertirse con un cambio radical en las autoridades. Esto pasa por una cultura de probidad, eficacia y transparencia. “Tiene que ver con una manera más honesta de manejar los fondos públicos, con la rendición de cuentas; si un ciudadano pide un expediente, debería acceder a él”, comentó.

Solo así, dijo, se podrá recuperar la confianza de la población. Vega también lamentó que sean pocos los corruptos tras las rejas. “La ciudadanía dice: ‘Yo denuncio y veo que termino siendo denunciado o que mi denuncia cae en saco roto’”.

Ránking de corrupción

De acuerdo con el sondeo, la corrupción es el segundo problema principal del país con 46%, después de la delincuencia (62%) y sigue el consumo de drogas (30%). A esto se suma que la corrupción de funcionarios y autoridades es considerada de lejos el principal problema en el Estado Peruano.

Es más, las instituciones públicas llamadas a combatirla son consideradas como las más corruptas: Poder Judicial 47%, Congreso 44% y PNP 42%.

Consultado por este Diario, el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, reconoció que los resultados de la encuesta se justifican, pero opinó que se debe hacer una diferenciación entre las instituciones del sistema judicial. En todo caso, enfatizó que el Ministerio Público “se está esforzando mucho por luchar contra la corrupción” y mejorar la imagen institucional.

En su condición de presidente de la Comisión de Alto Nivel Anticorrupción, mencionó que se trabaja para habilitar comisiones regionales anticorrupción, elaborar una ley antisoborno e implementar la ley de transparencia a la información.

Sánchez espera resultados a corto plazo, aunque remarcó que la lucha anticorrupción es difícil. “Las personas tienen que cambiar. Cada uno tiene que contribuir”, aseveró.

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