La corrupción avanza, por Gino Costa

(Fuente: El Comercio/Por Gino Costa) Para los peruanos la corrupción es el segundo problema más importante después de la delincuencia. No es novedad, es el caso desde el 2010. Durante la década pasada los problemas más importantes fueron el desempleo y la pobreza, cuyo peso relativo se redujo gracias al crecimiento económico. Curiosamente el estancamiento de los últimos años no ha trastocado esta tendencia, pues el desempleo y la pobreza siguieron perdiendo importancia en la medida en que la han ganado la delincuencia y la corrupción.

Así lo demuestra la novena encuesta nacional de Proética, publicada la semana pasada. La misma confirma una notoria percepción de deterioro en esta materia y un gran pesimismo frente a la posibilidad de superar este problema, lo que es grave no solo por el daño que la corrupción hace al patrimonio de los ciudadanos, las familias y las empresas, y el descrédito que causa en las instituciones, sino por las implicancias que tiene frente al progreso económico y la seguridad ciudadana.

La encuesta de Ipsos a los asistentes a CADE da luces sobre esto. En efecto, los empresarios opinaron que, por lejos, la medida de mayor impacto para reactivar la inversión privada, imprescindible para retomar el crecimiento, es combatir la corrupción. Preguntados sobre cuáles serían las medidas más importantes para disminuir la inseguridad, respondieron mayoritariamente que combatiendo la corrupción en el sistema judicial y la policía.

Si tanto la opinión pública como los empresarios concuerdan en la importancia de combatir la corrupción, ¿por qué tenemos tan poco éxito en hacerlo? La misma encuesta de Proética nos lo responde. El 82% de los encuestados considera que el crimen organizado está muy infiltrado en la política, especialmente a través del financiamiento de las campañas con dinero ilícito, así como la infiltración de funcionarios en puestos claves y las contrataciones públicas ficticias para lavar dinero.

La única forma de salir de este círculo vicioso es por la vía del voto, eligiendo un presidente sin compromisos con la corrupción y decidido a prevenirla y perseguirla. Ese es el desafío principal, al que, a su manera, contribuyen quienes hacen pedagogía ciudadana como Proética y los medios de comunicación, estos últimos considerados por la opinión pública como la institución más comprometida en la lucha contra la corrupción.

Menos difícil es saber qué hacer para enfrentar el problema, especialmente después de las propuestas hechas por Transparencia y presentadas en CADE, para reformar nuestro sistema institucional –partidos y elecciones, Congreso de la República, sistema de justicia y administración pública–, que aunque tienen como meta mejorar la gobernabilidad democrática, son también valiosas herramientas para acorralar y derrotar la corrupción.

Sería ideal que Transparencia, con la autoridad moral que la caracteriza y que le otorga su distinguida plana de asociados, invitara a los candidatos presidenciales a hacer suyas sus propuestas.

“Un problema con soluciones”, editorial de La República

(Fuente: La República) La IX Encuesta Nacional sobre Corrupción 2015, elaborada por Ipsos, por encargo de Proética, que involucra a 1,308 personas de 16 ciudades del país, presentada este semana confirma la presunción de su escalamiento como problema político y de la vida cotidiana y su conversión en un asunto crucial de la agenda pública de cara a las elecciones de abril próximo.

El primer dato grueso es que el 78% de los peruanos cree que la corrupción ha aumentado durante el gobierno de Ollanta Humala. Esto da cuenta del estallido de ella advertida el año pasado a raíz de sucesos como los de los gobiernos regionales de Ancash, Pasco, Loreto, Huánuco y Tumbes, y los casos que durante los últimos años han sido tramitados en el Congreso y otras instituciones del Estado, referidos a figuras públicas, entre ellas cuatro de los cinco candidatos presidenciales que se ubican en los primeros lugares en la intención de voto.

Este dato debe ser leído junto a otro muy relacionado. El sondeo da cuenta asimismo del pesimismo nacional respecto a la capacidad del Estado de controlar este fenómeno; el 53% opina que la corrupción incrementará en los próximos cinco años, mientras que el 27% señala que seguirá igual, y solo el 7% confía en que disminuirá.

Finalmente, en esa misma línea, el 47% cree que los jueces son los más corruptos por lo que el Poder Judicial es la institución del Estado de la que el ciudadano tiene la más baja percepción de transparencia pública, seguida del Congreso de la República (44%) y la Policía Nacional (42%).

Estos datos, de una batería de preguntas y respuestas más amplia, ponen sobre la mesa la dimensión de un problema complejo, confirmando lo que se sabía o intuía, es decir, la profundidad de un fenómeno que la sociedad identifica como tal con el que convive, al punto que el 46% cree que es el principal problema del país. Lo nuevo de esta medición es la falta de límites del problema o, si se quiere, su probable condición de irresoluble, a tenor de las respuestas señaladas líneas arriba y a otra percepciones como que “todos están amarrados” (53%), que “no se puede confiar en nadie” (39%) o que la política está fuertemente infiltrada por el crimen organizado (82%).

Sería lamentablemente que estas percepciones conduzcan a la adecuación de los ciudadanos a la situación descrita por la falta de seguridad de que es posible derrotar las prácticas corruptas. Si esta idea se generaliza, será muy difícil librar una lucha contra el delito en general y la corrupción en especial desde las instituciones del Estado.

La misma encuesta señala que los medios de comunicación e instituciones como la Defensoría del Pueblo mantienen un nivel de legitimidad que podría ser empleada en las demandas de transparencia pública. Esto es cierto en la medida en que ha sido la prensa la que de revelado buena parte de los casos de corrupción en los últimos años. Aun así, es muy importante que los ciudadanos asuman de modo cotidiano un compromiso contra la corrupción en los ámbitos de su vida privada y en sus relaciones con el Estado porque es preciso resolver este grave problema.

Por cinco lucas me compro un diputado, por Karina MirandaOrganizaciones de la sociedad civil convocan a plantón #QueNoTeRobenLaJusticia

Diversas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Proética y el Instituto de Defensa Legal, han convocado a un plantón este 15 de diciembre ante la grave situación que atraviesa el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) debido a las denuncias contra sus miembros y los problemas del actual concurso para elegir a los magistrados supremos.

La cita será a las 5:00 p.m. en el frontis del Palacio de Justicia.

Favoritos de las encuestas marcados por la corrupción

(Fuente: Diario Uno) Todos los candidatos que se perfilan en los primeros lugares de las encuestas tienen que responder por algún caso relacionado con la corrupción y es lamentable que la gente se esté acostumbrando a convivir con ella, dijo el exprocurador Julio Arbizu al comentar una reciente encuesta que sostiene que el 78% de los peruanos son tolerantes con la corrupción.

Keiko debería responder acerca del desbalance patrimonial del dinero que utilizó para estudiar en Estados Unidos. Alan García debe responder por los narcoindultos, que va tener una sentencia la próxima semana, entre otros casos. Pedro Pablo Kuczynski, en vez de renunciar a su nacionalidad, debe decir los intereses privados a los que servirá de llegar a la presidencia.

Sobre Acuña, Julio Arbizu consideró que debe aclarar de dónde proviene el dinero con el que fundó las universidades, mientras que Toledo tiene que responder ante la justicia por el caso Ecoteva.

Cuestionó que los candidatos que están en los primeros lugares estén inmersos en denuncias y acusaciones. “Eso tiene como efecto implantar la idea que todos son corruptos y por lo tanto nadie lo es, y entonces eso queda fuera del debate. El factor de la honradez, la honestidad deja de ser una exigencia a los candidatos, eso es lo más nocivo”, señaló.

LOS CANDIDATOS El presidente de Transparencia Internacional, José Ugaz, consideró que hasta el momento los candidatos han mostrado una “orfandad” de propuestas en cuanto a la lucha contra la corrupción.

“Ninguno de los candidatos ha ofrecido una plataforma de ideas claras, de propuestas concretas para enfrentar la corrupción. En Cade todos hicieron referencias tangenciales y creo que eso evidencia una orfandad de ideas y de trabajo de los partidos para enfrentar este problema”, comentó.

El exprocurador anticorrupción, sostuvo que le llamó la atención que la candidata de Fuerza Social, Keiko Fujimori, afirme que el gobierno de su padre Alberto Fujimori fue “atacado por la corrupción”, pero no haya hecho un deslinde con la minería ilegal, cuando esta tiene vinculación con la corrupción y el crimen organizado.

CERO PROPUESTAS Aseguró que hubo generalidades en las propuestas del expresidente Alan García, candidato del Apra. “Decir que la democracia es la mejor respuesta para la corrupción es una afirmación vacía de contenido y que no aporta nada”, refirió.

Sobre Pedro Pablo Kuczynski, manifestó que cuando habla sobre la corrupción entra en “generalidades repetidas” y cuestionó la “ausencia de ideas” de César Acuña en esta materia.

“Creer que imponer la muerte civil resolverá los problemas de corrupción en un país con altos niveles de este flagelo es no haber entendido nada y no tener una propuesta concreta”, dijo sobre Acuña.

ADEMÁS De acuerdo a una encuesta elaborada por Ipsos Perú por encargo de Proética, 72% de la población peruana tiene una tolerancia media hacia la corrupción y un 6% muestra tolerancia alta. De la suma resulta que 78% de peruanos tolera vivir con la corrupción, que es el segundo problema que afecta al país con 46%, después de la delincuencia, que tiene 62%.

¿Por qué hay peruanos que dan coimas?

Vea aquí la Encuesta Nacional sobre Corrupción en formato interactivo

(Fuente: El Comercio) La escena del chofer entregando un billete debajo de sus documentos a un policía para que no le impongan una multa es el fiel reflejo de una realidad: la corrupción que nos afecta en todos los niveles.

La mayoría de peruanos que ha pagado alguna vez una coima lo ha hecho solo con el fin de evitar una sanción mayor, según la encuesta nacional sobre corrupción.

Durante tres años (2012, 2013 y 2015) ese ha sido el motivo que ha llevado a los peruanos a avalar la corrupción, según el estudio publicado por Ipsos y Proética.

En todos los casos, esta opción supera el 50%. Otra postura (“Porque si uno no paga, las cosas no funcionan”) es la que alcanza el segundo lugar.

Otros dicen que es “como una costumbre” cometer estos actors de corrupción y la menor cantidad se refiere a las coimas como una “ayuda” para funcionarios que ganan poco.

Según la novena encuesta sobre este tema, elaborada para Proética por Ipsos Perú, el 72% de la población tiene una tolerancia media hacia el problema y 6% una tolerancia alta. Es decir, un 78% acepta convivir con el flagelo de la corrupción.

Demandan suspender el concurso para elegir a magistrados supremos

(Fuente: La República) Organizaciones de derechos humanos y de Defensa Legal demandaron al Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) suspender o cancelar el concurso público en trámite para elegir a nuevos fiscales y jueces de la Corte Suprema de Justicia.

“Un Consejo de la Magistratura deslegitimado por el caso de Alfredo Quispe Pariona no garantiza una elección transparente y que los nombrados vayan a mejorar el servicio judicial”, explicó el exprocurador Julio Arbizu.

Por su parte, Cruz Silva, del Instituto de Defensa Legal (IDL), indicó que el CNM no ha atendido los pedidos para mostrar los exámenes de conocimientos rendidos por los aspirantes a magistrados supremos, que permita conocer de qué forma fueron evaluados.

Anotó que la Defensoría del Pueblo le ha pedido al CNM ser transparente en sus procedimientos y dar esa información. Dijo que, además, del caso Quispe Pariona, los otros integrantes también tienen cuestionamientos.

El presidente del CNM, Guido Águila, recibió en el pasado financiamiento de la Fundación Orellana para un concurso jurídico; Máximo Herrera Bonilla es investigado por reunirse con un candidato a fiscal superior; y Julio Gutiérrez Pebe, estaría ejerciendo una segunda función, pese a estar prohibido por la ley.

“Es inadmisible que se continúe con el concurso para elegir supremos, algo que afectará en el futuro la composición de la Junta de Fiscales Supremos y la elección del Fiscal de la Nación”, subrayó el ex Defensor del Pueblo y director de Proética, Walter Albán.

El Dato

El concurso que realiza el CNM para elegir nuevos magistrados supremos está en una etapa decisiva. A partir del 15 de diciembre, los consejeros empezarán a entrevistar a los candidatos y los siguientes días elegirán a los nuevos magistrados.

Novena Encuesta Nacional sobre Percepciones de la Corrupción 2015

La Novena Encuesta Nacional sobre Corrupción se aplicó entre octubre y noviembre de 2015 por Ipsos Perú, a una muestra de 1308 individuos de todos los NSE, mayores de 18 años, de las 16 ciudades más grandes del país. Los resultados son estadísticamente representativos a nivel nacional.

Puedes descargar la encuesta completa aquí:

También puedes descargar la base de datos de la encuesta aquí:

La Encuesta Nacional de Percepciones sobre Corrupción 2015 de Proética, capítulo peruano de Transparencia Internacional se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

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Jorge Medina consideró fundamental participación del sector privado en la lucha anticorrupción

Para reducir los efectos perversos de la corrupción es importante reforzar la capacidad de respuesta de la sociedad peruana, así lo consideró el presidente de Proética, Jorge Medina durante la presentación de los resultados de la IX Encuesta Nacional sobre percepciones de la corrupción 2015 realizado en la Universidad del Pacífico.

Medina sostuvo que este fin se logrará si existe un trabajo en conjunto entre la sociedad civil, el Estado, los medios de comunicación y, fundamentalmente, el sector privado.

“Trabajando de forma coordinada seremos capaces, si las circunstancias así lo ameritan, de movilizarnos para exigir a la clase dirigente de nuestro país adoptar una verdadera estrategia anticorrupción como políticas de estado y la empresa es clave en esto”, precisó.