Proética pide a partidos depuración preventiva de padrón de militantes

(Fuente: Agencia Andina) El director ejecutivo de Proética, Walter Albán, exhortó a los partidos políticos a realizar una depuración preventiva de sus padrones de militantes a fin de expulsar a todas las personas involucradas con la corrupción, narcotráfico, y otras actividades ilícitas.

Refirió que el caso de Gerald Oropeza, vinculado al Partido Aprista e investigado por narcotráfico, merece una reflexión de todas las agrupaciones políticas para adoptar acciones preventivas orientadas a evitar la infiltración de ese tipo de personas.

“Los partidos deben hacer una reflexión muy seria y a fondo sobre este asunto y adoptar acciones concretas como depurar de sus filas a todas las personas involucradas en irregularidades. Estas medidas se deben tomar en forma preventiva y no respondiendo a situaciones circunstanciales”, señaló a la agencia Andina.

Refirió que esa depuración debe ir acompañada de mecanismos complementarios como transparentar la mayor información de fondos partidarios y de los candidatos que participarán en las próximas elecciones.

Agregó que las agrupaciones políticas deben hacer uso obligatorio de la “ventanilla única” para obtener información sobre los antecedentes penales o judiciales de sus candidatos a cargos de elección popular, así como deudas y bienes.

Albán consideró también que la sociedad civil no debe “bajar la guardia” ante los casos de presuntas irregularidades y debe denunciar cualquier sospecha de corrupción.

“Creo que la sociedad civil es la más interesada en que sea erradicada la corrupción porque este flagelo termina perjudicando a la ciudadanía en general”, aseveró.

Remarcó que mientras más corrupción exista en el país, habrá menores posibilidades para atender servicios esenciales a favor de la población.

“Todos los ciudadanos debemos estar alerta en las próximas elecciones”, acotó.

Proética considera acertada propuesta para intervenir regiones en casos de corrupción

La propuesta del Poder Ejecutivo para intervenir los gobiernos regionales involucrados en casos de corrupción es acertada porque contribuirá a garantizar la continuidad de las obras en beneficio de la población y complementará las acciones para combatir a ese flagelo, consideró el director ejecutivo de Proética, Walter Albán.

“Creo que tal como se ha planteado es una iniciativa positiva. Había la necesidad de crear mecanismos para que la población no se perjudique por la corrupción. Además tendrá un efecto complementario en la lucha contra ese flagelo”, señaló en declaraciones a la Agencia de Noticias Andina.

Comentó que en términos generales la iniciativa del Gobierno, anunciada por el jefe del Gabinete, Pedro Cateriano, es valorada positivamente porque permitirá prevenir situaciones como las del gobierno regional de Áncash, el cual fue objeto de graves denuncias de corrupción a lo largo del año pasado.

“Existe la necesidad de establecer mecanismos para que ante esos casos no se perjudique a la población y garantizar que no se paralicen obras, contratos públicos y la ejecución del presupuesto”, aseveró.

Asimismo, dijo esperar que al momento de elaborar el mencionado proyecto de ley, el cual ha sido respaldado por la Comisión de Fiscalización del Parlamento, se realicen todas las precisiones pertinentes para no vulnerar la autonomía de las regiones.

En opinión de Albán, esa iniciativa también deberá ir acompañada de un proceso de potenciación de las entidades encargadas de fiscalizar la labor de las regiones, especialmente de la Contraloría General de la República.

“Hay que revisar el trabajo de la Contraloría y de todas las instituciones que tienen que ver con la lucha contra la corrupción, la población reclama acciones más rápidas contra ese flagelo y ese debe ser un objetivo nacional”, acotó.

El pasado lunes, durante la exposición de la política general del gobierno en el Congreso, el presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano anunció la presentación de un proyecto de ley para que el Ejecutivo pueda intervenir en los gobiernos regionales y locales inmersos en casos de corrupción.

Walter Albán: “Hay poca confianza ciudadana en la importancia del respeto a las reglas”

Dirigió la Defensoría del Pueblo entre el 2000 y 2005, y fue ministro del Interior del 2013 al2014. Sin duda, su vasta expe-riencia lo convierte en unavoz autorizada sobre la luchacontra la impunidad y su rela-ción con la corrupción. El Mg.Walter Albán nos recibió en su recién estrenada oficina de Proética, desde donde seguirá librando la misma batalla.

¿Qué condiciones permiten la generalización de la impunidad en nuestra sociedad? Las reglas que se establecen con demasiada ligereza no son asumidas por el conjunto de la sociedad porque existe una percepción de que no, necesariamente, se tienen que acatar. Hay poca confianza ciudadana en la importancia de su respeto y, a veces, estas reglas no tienen un correlato práctico o ponen exigencias más allá de lo razonable. Así contribuimos a que no tengan vigencia, generamos condiciones para la transgresión y, por ende, para la impunidad, porque sería materialmente imposible sancionara todos los transgresores. Ese es el caldo de cultivo de la corrupción.

Entonces, ¿deberíamos buscar soluciones más creativas que punitivas? Ciertas reglas deben tener una sanción en caso sean incumplidas, pero no basta con establecer sanciones, se necesita que la regla sea razonable y hacer una difusión de sus beneficios para la sociedad. Sin una conciencia cívica clara ya sumida sobre la necesidad de respetar reglas, la transgresión se convierte en una actitud hacia todo el conjunto de la normatividad.

¿Existe algún plan concreto de lucha contra la corrupción desde el Estado? Creo que no hay un plan articulado, sino iniciativas aisladas. A fines de la década de los 90, fue relativamente fácil cohesionar fuerzas políticas y sociales para luchar contra un régimen autoritario y corrupto, pero eso quedó en una promesa y, con la supuesta descentralización, la corrupción ha hecho metástasis, lo que se puede observar en casos como los de Orellana o César Álvarez, sin que se haya tomado ninguna medida importante para ponerle coto.

Instituciones como la Policía o el sistema judicial mantienen la peor percepción de corrupción. Claro, porque a las prácticas tradicionales de corrupción menor le sumamos esta corrupción organizada de mayores dimensiones. No es lo mismo el policía que coimea en la calle que un señor López Meneses que permea a la institución al más alto nivel. Nadie ha podido medir el nivel de corrupción de la Policía, pero es enorme.

¿Por qué aceptó dirigir el Ministerio del Interior, un sector tan asociado a la corrupción? Y, además, asociado a la violación de derechos humanos. La dimensión del reto era enorme, pero no se puede mirar el país por compartimentos y escoger uno en el que se esté más cómodo. La Policía requiere de una depuración. Hay 115 mil policías y una buena cantidad debe salir. Requerimos policías a tiempo completo y con dedicación exclusiva, pues más del 70% trabajan un día sí y otro, no. No habrá un cambio significativo mientras sigamos con una policía de medio tiempo y no se haga una depuración clara. Mi gran reto fue trabajar estos dos temas.

¿Qué margen de acción tuvo? Tuve el respaldo del presidente, aunque hubo que superar temas presupuestarios con el entonces ministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla. Al final, acordamos poner en marcha un plan de recuperación de dedicación exclusiva que, lamentablemente, no me explico porqué quedó en el aire.

¿El Estado es capaz de construir ciudadanía? Creo que eso no va a ocurrir desde un Estado que refleja lo que pasa en la sociedad. Tenemos que trabajar desde la sociedad civil y, por eso, he aceptado el reto de Proética. Dentro del Estado hay instituciones con una responsabilidad mucho más marcada y yo encuentro ahí a la Defensoría del Pueblo, que, a pesar de sufrir atropellos, mantiene un patrón de actuación que la hace de las pocas realmente confiables. Hay que fortalecerla para que sea una socia natural de las organizaciones de la sociedad civil.

El Perú está en el puesto 85 de corrupción mundial y ha sido amonestado por faltas de transparencia. ¿Ve una res-puesta real a estos esfuerzos de la sociedad civil? A pesar de estar en una situación disminuida, estamos mucho mejor que hace una década porque el Estado ya ha asumido compromisos por voluntad propia, así no los esté cumpliendo todos. Veo voluntad de mejora, pero los avatares políticos hacen que esta pase a un segundo plano. Espero que esto se retome, pero se hará más rápido y mejor si las organizaciones de la sociedad civil hacemos de esto un tema de primer lugar en la agenda.

El reto del Congreso: ¿opción u obligación?, por Walter Albán

nerando confianza y respeto en el conjunto de la administración.

No fue fácil. Sobre todo, por el clima de creciente autoritarismo en el que vivíamos. Es larga la lista de importantes actuaciones que la Defensoría del Pueblo impulsó y que contribuyó a concretar: atención a víctimas de la violencia política, libertad de presos inocentes, mejora en el diseño y procesamiento del régimen de pensiones, derechos de la mujer y freno a los casos de esterilizaciones forzadas, fin del reclutamiento militar compulsivo y discriminatorio, entre otros.

Asimismo, realizó supervisión electoral, documentando los casos que atentaban flagrantemente contra una elección limpia y respetuosa de la voluntad popular; así como la apuesta por la transparencia, el acceso a la información pública y el desarrollo de prácticas de buen gobierno.

Han sido sin duda estas intervenciones y otras muchas, cuyo recuento resulta imposible en estas líneas, las que han dado lugar a un amplio reconocimiento de la labor cumplida por esta institución, navegando la mayor parte del tiempo con viento en contra y escasos recursos. Y es quizá también por esta importante trayectoria y relevancia nacional, que le resulta tan difícil al Congreso de la República llegar a una decisión, obligación que sin embargo mantiene con la Constitución y con el país.

Y es que a una situación de extremo nivel de fraccionamiento de la representación política que obviamente dificulta los consensos, hay que agregarle la equivocada comprensión demostrada hasta el momento por quienes deben realizar esta elección. Y es que los criterios que deben orientarla, tienen que estar vinculados a la idoneidad e independencia de la persona y no basarse en su aproximación o simpatías con el poder.

Los contextos cambian, pero los problemas más complejos de la realidad del país, en términos sustantivos, continúan vigentes y demandan un defensor(a) capaz de asumir estos retos. El primero de ellos, sin embargo, lo tiene el Congreso.

Designan a Jorge Medina y Walter Albán como Presidente y Director Ejecutivo de Proética

Jorge Medina y Walter Albán, ocuparán el cargo de Presidente y Director Ejecutivo, respectivamente, de PROÉTICA.

El empresario Jorge Medina y el jurista Walter Albán, fueron nombrados Presidente y Director Ejecutivo, respectivamente, de PROÉTICA, el consorcio anticorrupción integrado por la Asociación de Exportadores (ADEX), la Comisión Andina de Juristas, el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) y la Asociación Civil Transparencia.

PROÉTICA, fundada en el 2002, es el Capítulo Peruano de Transparencia Internacional, un movimiento global cuya visión es un mundo en el que gobiernos, empresas y ciudadanos trabajen juntos para mitigar los efectos perversos de la corrupción, la cual atenta contra el desarrollo económico, social y humano de las naciones.

Los nombramientos de Medina y Albán se produjeron al cabo de una intensa jornada de análisis sobre la compleja problemática de la corrupción en nuestro país, en la que además de los asociados de PROÉTICA, participaron también expertos, empresarios y altos funcionarios públicos. El proceso estuvo dirigido por Adrián Revilla, presidente saliente de la institución.

Próximamente PROETICA presentará iniciativas de políticas públicas efectivas, que mejoren la transparencia y la rendición de cuentas, reforzando la ética pública y privada en el Perú. Para ello, esta institución buscará concertar con amplios sectores empresariales, políticos y sociales.

Los asociados de PROÉTICA reconocen muy especialmente la importante labor de Cecilia Blondet, Directora Ejecutiva saliente, quien dirigió la institución desde el 2006.

Jorge Medina Méndez ha sido CEO de EY Perú y Regional Managing Partner de EY para Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Asimismo, ha sido presidente del Comité de Transparencia e Integridad Empresarial del Directorio de Perú2021 y del Comité de Ética del Directorio de IPAE Acción Empresarial. Entre sus otros cargos ejercidos, están el haber sido Presidente del Instituto Peruano de Auditores Independientes (IPAI) y miembro de los consejos Directivo y Ejecutivo de la CONFIEP, entre otros gremios profesionales y empresariales. Actualmente es miembro de la Asamblea de la Asociación Civil Transparencia y del Directorio de Endeavor Perú; también forma parte de los consejos consultivos de las escuelas y programas de negocios de las universidades Pacífico, UPC y Adolfo Ibáñez School of Management de Miami, entre otras organizaciones.

Walter Albán Peralta es profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde actualmente es Director de la Maestría con mención en Política Jurisdiccional y ha sido Decano de la Facultad de Derecho. Ejerció las funciones de Defensor del Pueblo entre los años 2001 y 2005, habiéndose desempeñado también como Embajador del Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y Ministro del Interior. Ha sido miembro del Tribunal de Ética del Consejo de la Prensa Peruana y del Jurado de los premios para las Buenas Prácticas en la administración pública, que organiza anualmente la institución Ciudadanos al Día (CAD). Entre sus otros cargos anteriores, se incluyen el haber sido Jefe del Departamento Jurídico de la Comisión Episcopal de Acción Social de la Iglesia Católica Peruana, y director adjunto de la Comisión Andina de Juristas.

Adrián Revilla

Presidente de PROÉTICA

 

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