El tráfico de tierras es uno de los principales motores de la deforestación de la Amazonía peruana. Además, de generar pérdida de bosques y especies, de la mano de la corrupción, constituye la puerta de ingreso para el despojo de territorios de comunidades nativas y pequeños agricultores.
Los principales afectados de ese sistema ilegal son los usuarios del bosque, poblaciones indígenas, sobre cuyos territorios se establecen derechos que se contraponen a los derechos colectivos de las comunidades, colocándolos en una posición altamente vulnerable. La corrupción a diversas escalas está íntimamente relacionada con el tráfico de tierras de la Amazonía peruana.
Vigilancia y monitoreo
Desde Proética se viene realizando un seguimiento a los casos de corrupción vinculados al tráfico de tierras en Ucayali. Puedes revisar las investigaciones fiscales de cada uno de los casos que son monitoreados aquí: