Lima, oct. 22/Año 2007 (ANDINA)- La directora ejecutiva del Consejo Nacional para la Ética Pública (Proética), Cecilia Blondet, destacó hoy la designación de la jueza Carolina Lizárraga como jefa de la Oficina Nacional Anticorrupción, y destacó su valentía y su alta preparación académica.
“Lizárraga está muy bien designada, es una decisión sumamente acertada. Creo que es una jueza muy preparada desde el punto de vista académico, y al mismo tiempo, es muy valiente, y se necesita ambos elementos para asumir este tipo responsabilidad”, declaró a la agencia Andina. Agregó que su papel debe centrarse en la coordinación de una estrategia contra la corrupción porque ya existen instituciones muy importantes, como el propio Poder Judicial y la Contraloría General de la República, que juegan un rol destacado en los últimos años.
Como representante de Proética, el capítulo peruano de Transparencia Internacional, consideró que el papel de la jueza tendrá mayor importancia por su trabajo de coordinación, sin suplantar o duplicar la labor de los organismos ya existentes. “En la medida que se plantee su trabajo como el de una coordinadora de las instituciones del Estado que trabajan en la lucha contra la corrupción y diseña un plan para actuar, creo que va a cumplir una función muy importante”, precisó.
Por ese motivo, hizo hincapié en la estrecha colaboración que debe cultivar con la Contraloría General de la República para evitar duplicidad de funciones y esfuerzos que impidan obtener resultados positivos.
En ese sentido, rechazó el calificativo de “zarina anticorrupción” porque ese término la define como una sola persona encargada de tan importante trabajo. “Su independencia está garantizada mientras asuma su trabajo como parte de un equipo y no como ella sola. Si actúa como zarina, creo que allí está perdida porque ese nombre es lo más inconveniente posible y la aísla, poniéndola en una situación vulnerable”, comentó.
Blondet también consideró que Lizárraga debe darle “un espacio grande” a la sociedad civil y al periodismo porque son dos puntales para que las instituciones anticorrupción funcionen. Para ello, opinó que la Oficina Nacional Anticorrupción debe convocarlos permanentemente, haciendo convenios, teniendo reuniones de carácter consultivo, informando a la prensa, y siendo muy transparente con la información, sin poner en riesgo las investigaciones.
Sobre los cuestionamientos a la jueza por una supuesta parcialidad en el caso de las firmas falsificadas del partido Perú Posible, rechazó tales críticas al afirmar que en ese caso actuó de manera muy profesional y con mucha valentía. “Las decisiones de los jueces tiene que ver con el llamado tema de conciencia, y por eso muchas veces pueden haber diferentes opiniones, pero creo que eso no la invalida en lo más mínimo en su trabajo”, acotó.
* Nota originalmente publicada el 22 de octubre de 2007 en una versión anterior del portal de Proética. Fuente: Agencia Andina.