Ministro Pulgar-Vidal con la Secretaria Ejecutiva de CMNUCC, Christiana Figueres. Foto: Proética.
Perú presentó el Nivel de Referencia Forestal y registro de proyectos REDD+.
Paris, 03 diciembre.- El día de ayer, en el Pabellón Perú, con la presencia de Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), y Manuel Pulgar Vidal, Ministro del Ambiente, nuestro país presentó el Nivel de Referencia Forestal (NRF) a la CMNUCC. Este NRF contiene información sobre cómo ha ido evolucionando la deforestación en Perú entre los años 2000 y 2014.
Este instrumento es muy importante, porque servirá para tomar mejores decisiones de política en el marco de la Estrategia Nacional de Bosques de Cambio Climático (ENBCC), cuando esta esté aprobada. Entre las principales acciones que se tiene previsto ejecutar están la asignación de derechos de propiedad en territorios donde se produce la mayor cantidad de la deforestación y restaurar 20 millones de hectáreas en plantaciones comerciales.
El NRF debe estar acompañado de un mecanismo de Monitoreo, Verificación y Reporte (MRV), que permita verificar si las acciones realizadas realmente apoyan o no la reducción de la deforestación. También fue presentado el registro de proyectos REDD+, que busca ser la plataforma virtual que brinde información sobre las iniciativas contra la deforestación y degradación para reducir gases de efecto invernadero.
Desde Proética, saludamos las iniciativas presentadas ayer por el gobierno peruano en la COP21, pues son un avance importante en cuanto a política forestal y permitirán transparentar mucha información clave en este campo.
Sin embargo, consideramos que debe aprovecharse la oportunidad que brinda contar un registro de proyectos REDD+ para que se pueda sistematizar información sobre la ejecución de cada proyecto, llegando a contar con una suerte de “historia clínica” de los mismos, que permita señalar si ha habido incumplimiento con la normatividad pertinente, si ha habido o no cumplimiento de estándares por parte de las empresas, si se vulneró o no derechos de los pueblos indígenas, entre otra información valiosa para conocer mejor la implementación.
También sugerimos que el registro de proyectos se haga en un formato en que los datos estén abiertos, es decir que sean descargables, leíbles por cualquier dispositivo y que no tengan restricciones para la reutilización, de tal forma que puedan ser utilizados por organizaciones y ciudadanos, incluyendo usuarios del bosque, explotando el gran potencial de transparencia que tiene el instrumento.