(Por Agencia Andina) Una veeduría ciudadana, integrada por gente ajena a la política y de trayectoria impecable, planteó el director ejecutivo de Proética, Walter Albán, como reemplazo de la Comisión de Ética Parlamentaria, cuyo desempeño es objeto de serias críticas.
Según indicó, resulta claro que la referida comisión no funciona desde hace mucho tiempo y que el problema no se soluciona con la renuncia hecha por su titular, Juan Carlos Gonzales.
“Lejos de velar por la ética se ha usado para castigar al adversario político y proteger al propio. Corresponde entonces cambiar todo el diseño, pensar en algo distinto”, señaló a la Agencia Andina.
Dada las actuales condiciones, Albán planteó la posibilidad de promover una veeduría ciudadana, una suerte de comisión externa con participación de la sociedad civil.
“Tendría que estar compuesta por gente que no sea parlamentaria, que tenga trayectoria e independencia que le den legitimidad de origen a la veeduría”, remarcó Albán.
Para el representante de Proética, la situación a la que ha llegado la Comisión de Ética y el Parlamento en general es “alarmante”, por lo que una iniciativa como una veeduría con participación ciudadana resulta más que pertinente.
“La enfermedad en el Congreso está hace mucho rato, lo último que hemos visto demuestra que lo de hoy es un agravamiento”, añadió.
Las recientes críticas contra la Comisión de Ética iniciaron tras archivar una denuncia contra la legisladora fujimorista Yesenia Ponce, acusada de haber falsificado documentos de estudios que no habría realizado.
A dicha comisión, presidida por Fuerza Popular, se le atribuye defender a los parlamentarios fujimoristas denunciados.
8/04/2018