- Por el Presidente de Transparencia Internacional, José Ugaz.
- Columna de opinión publicada en el diario El Comercio
La del título es una interjección de asombro ante hechos inesperados o de gran impacto. En esta coyuntura, resulta plenamente aplicable a nuestra realidad, y encima, coincide con la denominación de uno de los casos que se encuentra en pleno debate. Esto es lo que se nos viene:
1. La reforma electoral. El Ejecutivo ha presentado una propuesta muy importante de reforma electoral, que recogiendo las mejores ideas planteadas a lo largo de años en esta materia, implica una apuesta sería por la transparencia y la institucionalidad de los partidos políticos. Eliminar el voto preferencial, exigirles cobertura nacional, elecciones internas y claridad en el orden de los fondos de campaña, es un clamor nacional que se cae de maduro. El problema es que quienes tienen que aprobar esta reforma, son precisamente los que no la quieren hacer porque afecta a sus intereses subalternos. Veremos si nuestros políticos están a la altura de las circunstancias.
2. El huaico Lava Jato. En pocas semanas, a mediados de Junio, se levantará el secreto de las delaciones premiadas en Brasil. Se espera que los fiscales brasileños entreguen a los 11 países involucrados en este megacaso de corrupción, un cúmulo de información que debe contener nombres, montos, fechas e historias hasta ahora desconocidos. Si bien es cierto que nuestros fiscales vienen haciendo un buen trabajo, la información carioca puede aportar en complejidad a las investigaciones e incrementar el fuego del brasero político ya bastante inflamado.
3. La investigación de la pareja Humala-Heredia. Parece que no era suficiente con que tuvieran que dar cuenta de los US$3 millones que recibieron para la campaña electoral desde el extranjero. Todo indica, según revelaciones de autorizadas fuentes brasileñas, que ese dinero proviene del ya famoso Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht. Es decir, dinero contaminado de ilicitud que por lo tanto inicia la cadena del delito de lavado de activos. Ahora se agregan dos delitos más: desaparición forzada de una persona a la que el ‘capitán Carlos’ habría mandado a desaparecer y delito contra la administración de justicia al haber sobornado a una testigo para que cambie de versión y lo exonere de responsabilidad penal. Al margen del debate técnico procesal sobre la validez de los audios y su extraño ‘sueño’ de varios años, aquí está en cuestión como tema de fondo el de la verdad. ¿La pareja presidencial era consciente de que estaba alimentando su campaña con fondos corruptos? ¿Fue nuestro ex presidente responsable de un delito de lesa humanidad? ¿Si fue capaz de ordenar una desaparición forzada también lo fue de corromper a un testigo para que lo libre de responsabilidad?
4. Terminemos con una nota muy positiva: la buena gestión del Ministerio de Interior. Después de años de inactividad y desaciertos, observamos con satisfacción los resultados que una gestión diligente viene entregando a la población en materia de lucha contra el crimen organizado y seguridad ciudadana. La mezquindad que impone la agenda política impide que se reconozca lo que está a la vista de todos. La policía –que está demostrando que cuando quiere cumplir con su misión, en vez de atentar contra los ciudadanos, puede ser muy eficiente– está prodigando golpes certeros a los criminales y desentrañando complejos delitos. No solo nos referimos a la campaña de recompensas que ha demostrado su utilidad, sino a que en cuestión de días se descubre y captura a los autores de crímenes de alto impacto. Más importante aun, el equipo de Interior, comandando por el ministro Carlos Basombrío, ha implementado una estrategia que privilegia la inteligencia, elemento indispensable para combatir no a los arranchadores de celulares sino a organizaciones criminales que tanto daño le vienen causando al país. Vemos cómo a través de importantes operativos bien diseñados y cuidadosamente trabajados, en estrecha coordinación con el Ministerio Público, se desbaratan organizaciones con decenas de personas dedicadas al asalto y asesinato, al tráfico de drogas, de tierras, de armas, entre otras perlas del código penal.
Se nos vienen semanas intensas, en las que podemos pasar del asombro a la posibilidad de construir un país diferente y mejor, con los cambios estructurales que nuestra realidad exige y que aseguren un cambio sostenible por el bien de nuestras generaciones futuras.
Ilustración: Giovanni Tazza
2/05/2017