(Fuente: Perú21) Walter Albán, director ejecutivo de Proética, aseguró —en entrevista con la redacción de Perú21— que la inseguridad ciudadana está fuertemente vinculada con el crecimiento de la corrupción por lo que este tema debe ser priorizado en la agenda de los candidatos presidenciales.
En el segmento electoral #Diálogos21, el exministro del Interior advirtió que el avance de la corrupción ha penetrado el Estado debido a la debilidad de todas las instituciones que forman el aparato público, por lo que siempre hay una persona cuidando los intereses de otras.
“Tengo la impresión de lo que ahora percibimos como una corrupción que se ha extendido y enraizado —más todavía— no nos permite apreciar su profundidad, la dimensión que ha tomado la corrupción”, expresó Walter Albán.
Walter Albán, director ejecutivo de Proética, aseguró —en entrevista con la redacción de Perú21— que la inseguridad ciudadana está fuertemente vinculada con el crecimiento de la corrupción por lo que este tema debe ser priorizado en la agenda de los candidatos presidenciales.
En el segmento electoral #Diálogos21, el exministro del Interior advirtió que el avance de la corrupción ha penetrado el Estado debido a la debilidad de todas las instituciones que forman el aparato público, por lo que siempre hay una persona cuidando los intereses de otras.
“Tengo la impresión de lo que ahora percibimos como una corrupción que se ha extendido y enraizado —más todavía— no nos permite apreciar su profundidad, la dimensión que ha tomado la corrupción”, expresó Walter Albán.
Además, Walter Albán manifestó que el crecimiento económico de los últimos 20 años se ha desarrollado de la mano con una economía ilegal promovida por el narcotráfico y esto ha permitido que surjan mafias y organizaciones criminales.
En otro momento, el director de Proética sostuvo que se debe eliminar la inmunidad parlamentaria, pues ha sido mal utilizada en el Congreso y solo ha servido para encubrir irregularidades de algunos políticos.
Finalmente, Walter Albán mencionó que la peor manera de enfrentar la corrupción es prometer con “fuegos artificiales”, es decir anunciar medidas que impactan, pero que en realidad no tienen sustento ni trascienden en la lucha anticorrupción.