Corrupción y crisis política mantienen estancado al Perú en su ubicación en el Índice de Percepción de Corrupción 2022 de Transparencia Internacional

En la prolongada inestabilidad y crisis política que agobia al Perú desde hace cinco años, la corrupción ha tenido un papel protagónico: graves indicios de corrupción contra altas autoridades y expresidentes en los casos “Lava Jato” y “Cuellos Blancos”; retrocesos en reformas por parte de los sucesivos congresos; innumerables investigaciones contra autoridades descentralizadas, entre los factores más notorios. Luego del fallido autogolpe de Pedro Castillo y de la sucesión constitucional de Dina Boluarte, la situación ha entrado a una etapa mucho más crítica, en la cual decenas de peruanos han muerto y muchos más han resultado heridos en el marco de las protestas que exigen la renuncia de Boluarte y el adelanto de elecciones generales.

Esta persistencia de la corrupción puede ayudar a entender la baja calificación obtenida por el Perú en el Índice de Percepciones de Corrupción (IPC) 2022, evaluación que realiza Transparencia Internacional (TI) cada año a 180 países. Este instrumento mide la percepción que se tiene sobre el sector público en una escala de cero a 100, en la cual cero equivale a muy alta incidencia de corrupción y 100 a una corrupción nula. En esta edición, Perú obtuvo el mismo puntaje (36 puntos) que en el 2021 y cabe recordar que recogió los primeros escándalos del gobierno de Pedro Castillo.

Vistos en conjunto, los resultados del IPC 2022 en América Latina revelan que los altos niveles de corrupción, crimen organizado e inestabilidad de la región han impedido mejoras significativas en ningún país desde 2017. Además, el promedio de las Américas se mantiene en 43 (igual que en el año 2021), y casi dos tercios de los países obtienen una puntuación inferior al umbral de 50 puntos.

Ante esta situación, TI hace un llamado a los gobiernos para priorizar la lucha contra la corrupción, reforzando los mecanismos de controles y contrapesos, fortaleciendo a las instituciones públicas, reivindicando los derechos a la información y a la libertad de expresión y de prensa, protegiendo a quienes denuncian irregularidades para liberar, finalmente, al mundo de la corrupción y de la violencia.

¿Qué acciones tiene que realizar el Perú para obtener una mejor evaluación?

Para Proética, organización que representa a TI en el Perú, lo más urgente en un momento tan crítico como este en el que se publica el IPC 2022, es detener la crisis política, el deterioro democrático y recuperar un mínimo de gobernabilidad.

Una vez que se reencauce la situación política será necesario prestarle atención a este problema que ha sido, a su vez, causa en buena parte de esta situación, dijo el director ejecutivo de Proética, Samuel Rotta. Añadió que, en estos dos últimos años, ha habido también un fuerte deterioro de los estándares de rendición de cuentas y de los avances en servicio civil, así como un estancamiento en los esfuerzos para impulsar la transparencia y la integridad pública. No solo es necesario retomar estos procesos, dijo Rotta, sino que es indispensable que población y actores políticos entiendan que son parte fundamental para prevenir crisis tan fuertes como la que estamos viviendo.

Acerca del IPC

Desde su creación en 1995, el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) se ha convertido en el principal indicador mundial de corrupción en el sector público. Para su medición, utiliza datos de 13 fuentes externas, incluidos el Banco Mundial, el Foro Económico Mundial, empresas privadas de consultoría y evaluación de riesgo, grupos de expertos y otros. Las puntuaciones reflejan las perspectivas de expertos y empresarios. 

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