Acuerdo de París deja a la transparencia en el aire

Lima, 17 de Diciembre 2015 – Tras dos semanas de negociaciones en París, la Conferencia de las Partes (COP 21) aprobó, el 11 de diciembre el denominado “Acuerdo de París”, un acuerdo vinculante que orientará la lucha contra el cambio climático a nivel global y que entrará en vigor en el 2020.

Del acuerdo se rescata el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas” por parte de los 195 países miembros de la convención, y el objetivo de “Mantener el aumento de la temperatura por debajo de 2 ºC y proseguir los esfuerzos para limitar la temperatura a 1,5 ºC”. Sin embargo, hay una dimensión clave que ha quedado pendiente, la transparencia.

Los países miembros de la Convención deberán hacer un balance de sus contribuciones previstas determinadas a nivel nacional (INDC por sus siglas en inglés) para el 2018 a fin de conocer los avances realizados y a partir del 2020, cada cinco años, se deberán actualizar estas contribuciones. No obstante, el Grupo de Trabajo Especial sobre el Acuerdo de París debe aun formular orientaciones para promover la transparencia y el mecanismo de cómo las Partes rendirán cuentas sobre estas INDC´s.

Si bien el acuerdo hace mención a un marco de transparencia que se aplicará “de manera facilitadora, no intrusiva y no punitiva, respetando la soberanía nacional, y evitará imponer una carga indebida a las Partes”, la funcionalidad de este marco es una incógnita.

El financiamiento es también un tema que quedó pendiente. No se dio el monto que se brindará como ayuda a los países en desarrollo, solo se especificó la necesidad de proseguir con los aportes financieros al 2020 y de establecer antes del 2025 “un nuevo objetivo colectivo cuantificado que será como mínimo de 100,000 millones de dólares anuales”. Al igual que en el caso anterior, un mecanismo de rendición de cuentas de los recursos financieros aportados y movilizados está esperando ser elaborado.

La transparencia, en el acuerdo de París, ha quedado en suspenso ya que no se cuenta con un compromiso de acción concreto y efectivo, y preocupa la ausencia de la mención de participación ciudadana en los diferentes procesos de monitoreo y rendición de cuentas. Magaly Avila, especialista de Proética, señaló que “la necesidad de generar mecanismos que viabilicen la participación de una ciudadanía activa así como dispositivos que posibiliten brindar información correcta y oportuna es vital para garantizar un uso eficaz del financiamiento climático. Así mismo se debe impulsar un mecanismo que contemple sanciones a las partes que no cumplan con sus compromisos, una posibilidad puede ser estableciendo criterios para cortar el flujo de fondos climáticos.”

Debemos tener en cuenta que cuando hablamos de cambio climático, no solo hablamos de una dimensión ambiental, su complejidad e impacto pasa por lo económico, social y cultural, es decir hablamos de desarrollo y en ello radica la importancia del acuerdo.

Puede leer la nota de prensa en versión en inglés:

 

Paris Agreement leaves transparency hanging in midair by Proética on Scribd

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