Walter Albán: “El Consejo Nacional de la Magistratura se ha deslegitimado por completo”

(Fuente: LaMula.pe / Por Alberto Ñiquen) La reincorporación del cuestionado Alfredo Quispe Pariona al Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) ha generado el rechazo y la indignación de las principales organizaciones de la sociedad civil que velan por la transparencia y la lucha contra la corrupción en nuestro país.

Más aún, cuando luego de este hecho se haya generado la renuncia del presidente del CNM, Pablo Talavera. Todo esto ha puesto en evidencia una serie de irregularidades cometidas al interior de este organismo, el cual se encarga, nada menos, que de nombrar y destituir magistrados. Un hecho que, a todas luces, incide de manera directa en el quehacer del Poder Judicial y el Ministerio Público.

Pero, ¿cuáles son los verdaderos riesgos a los que está expuesta esta importante institución pública actualmente? LaMula.pe conversó con el director ejecutivo de Proética, Walter Albán, sobre estos temas.

Luego de que muchos habíamos saludado lo que ocurrió con el señor Ramos Heredia, ahora estamos ante un retroceso en el CNM…

Yo creo que es evidente que el cambio en la composición del Consejo de la Magistratura ha generado problemas que no acaban con esta decisión, sino que más bien nos anuncian cuestiones más graves a futuro. Por eso es indispensable reaccionar ante estos hechos, porque sin duda aquí hay muchas cosas que están jugando en contra.

¿Cuáles serían esas irregularidades? La forma en la que varios de los actuales miembros han llegado a formar parte del actual Consejo de la Magistratura ya es en sí mismo preocupante. Se había cuestionado, por ejemplo, la forma en la que se han elegido los representantes de los colegios profesionales que no son abogados, pero también hubo en su momento cuestionamientos a lo que parecía ser una campaña muy bien financiada para los representantes de colegios de abogados. Se sabía también que los representantes de universidades, públicas y privadas, pero sobretodo en el caso de las privadas, habían sido designados ya con mucha anticipación.

Es decir, cuando se voceaban algunas eventuales postulaciones por algunas universidades serias que estaban interesadas en ver cómo comprometer la participación de gente idónea, se dijo y trascendió que la elección estaba prácticamente cerrada, en base a una campaña que se había iniciado mucho antes, donde también se habla de una serie de costos.Si sumamos además que las magistradas que han estado postulando a los concursos que se han abierto para plazas en la Corte Suprema y la Fiscalía Suprema han denunciado que sus exámenes no han sido debidamente calificados y que hay otros postulantes que habrían sido favorecidos. Que cuando piden la prueba para ver cómo habían sido calificadas, no se las querían entregar. Hay un proceso ahí, por decir lo menos, oscuro.

¿Cómo se explica que con las acusaciones que pesaban sobre el consejero Quispe Pariona este haya sido repuesto en su cargo?

Todo lo que ahora se ha producido da a entender que en efecto, una cosa tan grave como la establecida con el señor Quispe Pariona, fue pasada por alto por quienes tienen entonces un criterio sobre la idoneidad y las calificaciones éticas, que dejan mucho que desear. Al votar en bloque, es evidente que están, de alguna manera, asumiendo que eso no está mal y que por tanto pueden trabajar cómodos con gente que tiene esta trayectoria y esta conducta. A través de un comunicado de Proética, usted ha cuestionado también la presencia del señor Máximo Herrera en este consejo. Máximo Herrera viene participando como miembro de la subcomisión de tres consejeros que son los que preparan la preselección para entregársela al pleno en el consejo. Él debería estar fuera del Consejo hace rato, porque se hizo famoso cuando apareció públicamente la foto donde estaba reunido almorzando con un concursante que estaba postulando a la plaza de fiscal para crimen organizado. Esto está prohibido por la ley orgánica del Consejo y constituye una falta grave. Cómo es posible que esta persona, que prácticamente debería estar fuera, porque se ha comprometido en hechos que lo descalifican para ser una persona que seleccione magistrados, esté precisamente participando en la selección de magistrados, tanto en la Corte como en el Ministerio Público. Esto ya es muy grave.

La renuncia de Talavera, ¿A qué se puede atribuir? En el caso de los exámenes él defendía el trámite, que todo se había justificado…

Yo creo que el doctor Talavera es una persona con la cual, yo en lo personal, he discrepado a veces en cuanto a opiniones o maneras de entender lo que corresponde hacer en función de la normatividad vigente, y lo que la Constitución y las leyes señalan. Pero eso, evidentemente, se movía en el campo de lo opinable, lo que yo creo que es saludable es que el doctor Talavera no haya querido comprometer su participación en una situación tan grave. Me parece que eso dice bien de una persona que puede haber estado tratando, probablemente por la función que cumplía como presidente del Consejo, de mantener la legitimidad y validez del proceso que estaban llevando adelante. Pero vistas las cosas como están y el comportamiento de sus colegas, él ha decidido tomar distancia de ello. Yo creo que hace bien el doctor Talavera al apartarse de una situación en la que hay varias cosas que quedan afectadas desde el punto de vista ético. Esto tendrá que ser motivo de denuncias e investigación.

¿Qué riesgos hay de que este Consejo se mantenga tal como está quedando?

Asumiendo que hay quien está hablando de un autogolpe en el Consejo, y también de los favores políticos que podrían ocurrir, de cara a las elecciones. Yo creo que este Consejo, con lo que ha hecho, se deslegitima por completo. Esto nos hace ver con claridad que no podemos confiar en un Consejo que a futuro tendría que nombrar a varios fiscales supremos, con lo cual estaríamos otra vez de regreso respecto a una situación que se creía había empezado a mejorar, después de la elección del doctor Pablo Sánchez. Vamos también a asistir a varios otros nombramientos en todos los niveles de la magistratura en el Poder Judicial, y preocupa fundamentalmente por lo que implica para el gobierno de esa institución, nombramientos en la Corte Suprema. Yo creo que ya es tiempo de que la ciudadanía reaccione frente a esta situación.

El Consejo de la Magistratura es una institución muy importante, pero al parecer, como no es una institución muy conocida y no se ha difundido tanto cuáles son sus competencias esto da pie a que alguna gente crea que puede llegar ahí y hacer lo que le parezca sin que esto tenga mayores consecuencias. Me da la impresión que ahora somos conscientes de que han venido ocurriendo cosas muy graves y las que podrían ocurrir a futuro son mucho peores. En consecuencia, es tiempo de poner un alto.

¿La Comisión de Justicia del Congreso, podría remover a los consejeros?

Hay, sin duda, cuestiones que tendría la Comisión de Justicia y el Congreso mismo, que promover para que esto sea evaluado. Ahí hay varias alternativas. De lo que se trata es que se examine cuál es la más idónea. Nosotros estamos revisando precisamente cuál es el marco más preciso del mandato de la constitución para ver qué es lo que le podemos exigir al Congreso. Lo que no cabe duda es que aquí hay que hacer algo. Esto no puede quedar como está.

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