Manifestamos nuestra profunda preocupación ante la revelación de que el actual presidente de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), cuenta con una sentencia firme por violencia psicológica contra su exesposa, hecho que, de acuerdo con la Ley Orgánica de la JNJ, lo imposibilitaba para acceder a dicho cargo. Y aunque se apele a la irretroactividad para justificar su permanencia en el cargo, la transgresión a la idoneidad moral no puede ser ignorada. La ética institucional en una entidad que evalúa jueces y fiscales exige asegurar que sus titulares tengan antecedentes intachables.
Exhibe además grave falta de diligencia de la Comisión Especial para el Nombramiento de los miembros de la JNJ, presidida por el Defensor del Pueblo, la cual no identificó esta sentencia durante el proceso de selección. Aludir que no se dio énfasis a la sentencia “por decoro” resulta inaceptable, y trivializa la violencia familiar y la lucha contra la violencia a la mujer.
Desde Proética, exhortamos a las autoridades competentes a actuar con firmeza y celeridad, y a garantizar procesos de selección transparentes, imparciales y libres de cualquier forma de encubrimiento o permisividad frente a actos de violencia o a la insolvencia moral de los funcionarios públicos. Quedamos atentos al fundamento y a las decisiones que deberá asumir el pleno de la JNJ.
Lima, 22 de julio de 2025